martes, 25 de noviembre de 2008

El tiempo de descuento...

Ayer salimos de cuentas oficialmente, y eso nos ha introducido en una especie de realidad alternativa en la que las normas han vuelto a cambiar. Ahora el mundo se ha convertido en una especie de "gran hermano" particular, en el que cada paso, cada movimiento que decidimos dar es controlado y supervisado al milímetro. ¿Será esto la realidad?, ¿o estaremos protagonizando un "Show de Truman" del que no hemos sido conscientes hasta ahora?

Camino por la calle... tenso... en alerta... me giro bruscamente tratando de cazar a algún cámara despistado... a algún extra que no sabe lo que tiene que hacer... Pero nada. Todo parece normal. Sin embargo, algo dentro de mí me dice que no lo es.

Una hora... quizá 50 minutos... ese es el tiempo máximo que el teléfono permanece en silencio... esperando... cómo si nos estuviera sonriendo con una mezcla de alegría y sorna. Los segundos del reloj parecen martillear nuestros cerebros, devorando poco a poco los últimos resquicios de sensatez y tranquilidad.

Pero lo vuelve a hacer... vuelve a sonar. No sé cuanto tiempo ha pasado (¿importa en realidad?). Quizá si no contesto deje de sonar. Sabes que no es así, ya lo has intentado... Nunca abandona, nunca desiste.

Contesto. Puedo mantener la conversación sin necesidad de escuchar al otro lado. "No, aún nada", "¡Debe ser que está cómoda ahí dentro!", "No os preocupeis, que ya os avisamos"... Es inútil... sabes que volverán... es sólo cuestión de tiempo.

Cuelgo... miro al teléfono... aún conserva esa sonrisa macabra que me provoca un escalofrío que recorre todo mi cuerpo. Sólo queda esperar... sólo esperar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No te quejes!!, la mía se retrasó 2 semanas!!
- Qué, todavía nada?
- Qué, es que con éste frio...
- Qué, y no sientes nada, nada...
- Qué, es normal, mujer....
- Qué, esta mañana se me olvidó decirte...
La tía, la otra, la abuela, la otra, la amiga, la otra, y demás vecinos-ass....