lunes, 17 de noviembre de 2008

El cochecito o "Retrato de una obsesión" (Parte 1)

Este es uno de los post que tenía pendientes y que habla de uno de los aspectos clave a los que os tendreis que enfrentar durante el embarazo: la elección del cochecito.

En esta primera parte os voy a hacer un pequeño comentario más enfocado al proceso en sí. En la segunda parte, intentaré ahorraros algo de trabajo y os pondré un listado de los modelos más conocidos con algunas impresiones personales.

A simple vista parece algo inofensivo, una tarea más, pero detrás se esconde un laberinto de opciones y combinaciones que hará que más de uno se plantee pegarse al bebé con velcro.

Antes de empezar con la búsqueda de este objeto infernal, tienes que ser consciente de dos cosas:

  • Hagas lo que hagas, tu chica se obsesionará. Soñará con ello, se hará tablas para comparar características, comprará revistas con valoraciones de modelos, visitará todas las tiendas posibles, etc. Ríndete, da la batalla por perdida y déjala bucear a gusto, no luches contra la corriente. Cuando creas que teneis uno escogido, os encontrareis con unos amigos por la calle y la convencerán de que ese es una mierda y es mejor el que ellos tienen. Como ya os estoy cogiendo cariño, os voy a dar un truco, pero que sólo es válido si teneis alguna amiga que esté también embarazada: mándalas juntas a la primera misión de exploración, reconocimiento y preselección. Eso te evitará recorrerte todas las tiendas de tu ciudad (o provincia), aunque luego tendrás que revisar con ella toda la información que recoja, seleccionas los tres que más te gusten (mejor dicho, que más le gusten a ella) y vais juntos a verlos. A nosotros nos funcionó y nos evitó muchas discusiones.


  • Compradlo al menos 3 meses antes de la fecha del parto (sí, sí... has leído bien; no es una errata). No sé que tipo de sistemas hidráulicos, amortiguadores trifásicos, juntas polimórficas, etc. deben de emplear en la fabricación para que la media de tiempo desde que lo compras hasta que te lo entregan sea de mes y medio a dos meses. Y luego ten en cuenta que tienes que aprender a plegarlo, doblarlo, calibrarlo, adaptarlo, aparcarlo, etc. Porque resulta que los cochecitos son una especie de "Transformer" gigante, que se puede poner en dos millones de posiciones y formas para todas las situaciones inimaginables. Yo tengo que reconocer que estoy un poco acojonado, porque tengo la sensación de que cuando lo tenga que utilizar voy a pulsar un botón sin querer y se me va a quedar la niña encerrada dentro.

Lo hay de todas las formas, colores y sabores imaginables. Los tienes con conector y altavoces para MP3, con frenos ABS, etc. Tienes tropecientos mil suplementos y adaptadores para acoplarle y convertirlo en casi todo lo que se te ocurra.

Si quereis un consejo (y esto es en serio), fijaos principalmente en cuatro aspectos:

  • Que os quepa en el maletero del coche. Parece una chorrada, pero no seríais ni los primeros ni los últimos...
  • Que no pese mucho. En la tienda un kilo más parece una chorrada, pero cuando llevas levantándolo 3452 veces, la cosa cambia.
  • Que sea fácil de plegar (si puede ser con una mano, pues mejor).
  • Que se pueda manejar con una mano. Ojo con los que tienen el manillar sin barra (con un asa para cada mano), intenta llevarlo con una mano y verás como te ríes...

En cuanto a que sea más o menos "fashion", no me meto. A mí personalmente me importa un pepino, pero como sé que para muchos es un aspecto fundamental, lo dejo a vuestra elección. Pero eso sí, ser los más chulos del barrio no te servirá de mucho si cada vez que vas a meter el cochechito al maletero tienes que hacer calentamiento, estirar, y sacar un plano con las instrucciones.

Espero que con esto al menos se te hayan quitado de la cabeza ideas como "el sábado por la mañana salimos y compramos el cochecito" ó "queríamos éste modelo en este color, ¿voy acercando el coche?".

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